Metacognición
Según Bruner (citado por Reinard. 2005:19). Explica que “Es la habilidad para pensar sobre
el pensamiento, para tener conciencia de
que uno mismo es capaz de solucionar problemas y de supervisar y controlar los
procesos mentales”.
En
este sentido es necesario motivar a los niños y niñas para que trabajen según
su ritmo y estilos, talentos y capacidades. De allí que es importante tomar en
cuenta:
· En la práctica
docente propiciar innovación en la diversidad cognitiva desde diferentes
ángulos.
· Estimular el
desarrollo de estrategias de enseñanza orientadas hacia la metareflexión y
autoregulación
· Orientar a los
alumnos hacia el desarrollo de una flexibilización didáctico pedagógica
· Entender que la
universalidad en el abordaje pedagógico contribuye a homogeneizar las prácticas
educativas.
Capacidades Ritmos
Talentos Estilos
Diversidad Cognitiva
Estímulos
Metareflexiòn Autoregulaciòn
Destrezas básicas
en el aprendizaje de la lengua. (Heller y Thorogood. 1995)
Hoy día los aportes de la lingüística
ponen en evidencia que la estructura de la lengua se debe estudiar como un
sistema de funciones intrerrelacionadas En este sentido las actividades de aula
deben enfrentar al niño con las dificultades comunes de la lengua para que
desarrollen las destrezas a través de procedimientos que se apoyen en sus
propios instrumentos cognitivos y en sus experiencias previas.
En el caso de los niños(as) entre 6
y 10 años de edad, se encuentran en pleno desarrollo de sus capacidades
perceptivo-motoras para la adquisición de procesos y destrezas en
lecto-escritura. De allí que es necesario desde el nivel inicial afianzar y
consolidar las destrezas básicas para comprender y comunicarse.
Clasificación de
las destrezas.
Destrezas
perceptivas:
La percepción implica el proceso por
medio del cual el individuo organiza los datos que recibe de su contacto con el
ambiente a través de los sentidos, los interpreta basándose a través de su
experiencia previa. La destreza perceptiva implica una actividad compleja donde
el individuo observa, compara y reconstruye información que recibe de sus
sentidos.
La
capacidad para reconocer, discriminar e interpretar estímulos asociándolos a
experiencias previas es requisito indispensable para el desarrollo de la
lecto-escritura, y por ende su comprensión, especialmente la percepción visual
y la audición.
El
desarrollo de las cuatro funciones básicas (escuchar, hablar, leer y escribir)
son absolutamente necesarios para que el niño(a) llegue con una base de
experiencias orales auditivas que permitan realizar los procesos de comprensión
de significado a través de la lectura, pero hay que tener en cuenta que
comprender lo que se lee es un proceso activo. El significado es algo que cada
individuo construye a partir de los conocimientos que ya posee. La persona que
lee está realizando el proceso de relacionar
lo que lee con lo que ya conoce con anterioridad. Mientras más
conocimientos tiene una persona del mundo que la rodea, mayor será su
comprensión del texto.
Destreza para la
comprensión y la comunicación.
La
lectura es una búsqueda de significado y por ende es entendida como búsqueda de
comprensión. Todo acto de leer y escribir es la vez un acto espontáneo de
construcción que requiere un esfuerzo intelectual y proceso de pensamiento de
alto nivel. Uno de estos procesos es el de confrontar lo que se lee con la
experiencia previa, produciéndose como resultado el enriquecimiento de la
estructura cognitiva del niño(a) lector(a), ya sea porque asimila, acomoda,
consolida o rechaza información. O
también porque experimenta sensaciones que contribuyen a su desarrollo afectivo social.
En tal sentido se puede observar que
hay dos tipos de información que son confrontadas en el momento de la lectura:
la aportada por el texto y la aportada por el lector. De allí que diferentes
lectores puedan comprender y tener experiencias de aprendizajes diferentes, aun
cuando el texto sea el mismo. Es necesario por ello entender como docentes, que
el patrón de comprensión de un texto no lo determina el docente y aquél se
afirma al preguntar al niño(a) su interpretación de una lectura y la
justificación de su respuesta.
Destrezas
metacognitivas
La
metacognición puede entenderse como la captación consciente de las capacidades
y limitaciones de los procesos de pensamiento que originaron determinados
resultados. En la medida que se tenga conciencia de lo que se sabe del proceso
de los aciertos o desaciertos, aumenta la posibilidad de utilizar lo que se
sabe para aprender más, para consolidar éxitos y superar deficiencias y mayor
será el conocimiento sobre las funciones del cerebro y mayor el control sobre
nuestros procesos cognitivos.
Hay una
diferencia entre tener alguna información en la mente y ser capaz de utilizarla
cuando se necesite; tener una destreza o habilidad y saber cuando aplicarla. Es
en parte el reconocimiento de tales diferencias lo que ha llevado a la noción
de Metacognición.
Tanto la
lectura como la escritura son el resultado de una serie de procesos
cognoscitivos que se concretan en los logros del lector y del escritor, y de
los cuales se puede tener conciencia si se desarrollan destrezas que ayuden a
ello.
Las
destrezas metacognitivas deben ser inducidas y desarrolladas de manera
explícita y sistemática y para ello es importante tener presente dos
componentes: conciencia y control. Según Bruner (citado por Thorongood,
1995:73) “Conciencia se refiere al conocimiento de los factores y procesos que
indican que la comprensión ha tenido lugar; el control es la habilidad para
diseñar acciones mientras se lee para alcanzar la comprensión deseada.
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